Proceso continuo integral
participativo, incrustada en las actividades
didácticas que implica recoger y analizar la información; emitir un
juicio y tomar decisiones de acuerdo al juicio emitido. Es importante señalar
que la evaluación no se limita a la medición final de los contenidos que el estudiante
ha logrado aprender, ella es integral y se efectúa a lo largo del proceso
de aprendizaje.
Según (Tobón, 1986: 258 Evaluación es el “Proceso de operación continua, sistemática, flexible y funcional, que al integrarse al proceso de intervención profesional, señala en qué medida se responde a los problemas sobre los cuales interviene y se logran los objetivos y las metas; describiendo y analizando las formas de trabajo, los métodos y técnicas utilizadas y las causas principales de logros y fracasos”
Por otro lado (Pérez Juste, 1995) define Evaluación con un “Proceso
sistemático, diseñado intencional y técnicamente, de recogida de información,
que ha de ser valorada mediante la aplicación de criterios y referencias como
base para la posterior toma de decisiones de mejora, tanto del personal como
del propio programa.
Principios básicos de la evaluación.
Las definiciones anteriores parten de
una serie de principios básicos, según los cuales la evaluación:
- Es un proceso, cuyas fases son las siguientes: planificación,
obtención de la información, formulación de juicios de
valor y toma de decisiones.
- Debe estar integrada en el currículo.
- Debe ser continua. Si la evaluación educativa no
fuera continua no sería posible tomar decisiones de mejora en el momento
adecuado.
- Debe ser criterial, es decir debe referirse a
criterios establecidos previamente, para lo cual es imprescindible que los
objetivos educativos estén claramente definidos.
- Deber ser flexible, vinculándose tanto a los referentes
y criterios de evaluación como a las circunstancias propias de cada
proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Debe ser sistemática, por lo que deberá atenerse a
normas y procedimientos minuciosamente planificados y desarrollados.
- Debe ser recurrente, reincidiendo en el desarrollo del
proceso de enseñanza-aprendizaje para tratar de perfeccionarlo.
- Debe ser decisoria, en cuanto que la obtención y el
tratamiento de la información se ha hecho con este fin.
- Debe ser formativa, ya que el objetivo principal de la
evaluación educativa es mejorar tanto el proceso de enseñanza-aprendizaje
como sus resultados.
- Debe ser cooperativa, en cuanto afecta a un conjunto de
personas (alumnos y profesores) cuya participación activa en las distintas
fases del proceso mejoraría el desarrollo de éste y sus resultados.
- Debe ser técnica, pues los instrumentos y sistemas que
se utilicen deben obedecer a criterios debidamente contrastados.
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